VIAJE A TU INTERIOR

Siempre he creído que cuando uno viaja de vacaciones, placer o trabajo, no solo se descubre limites terrenales por lo que se visita, sino que siempre hay un click, que hace que se sobrepase un limite… el tuyo personal.

Viajamos y nos ponemos a prueba, descubrimos maneras de pensar diferentes, despertamos los sentidos, la curiosidad nos desborda, la ilusión se apodera de nosotros y muchas sensaciones y pensamientos más, que hacen que te des cuenta, que aún no te conoces lo suficiente o que aún puedes dar más de ti.

Encontrar culturas, personas o conversaciones que sin estar presente, no hubieras descubierto, y es que, cuando uno viaja, quieres recordarlo todo, y para ello poner toda su conciencia en lo que hace. Cuántas veces haces esto a lo largo de tus semanas?, en tu día a día…?

A veces, no es necesario ni coger un barco, coche, tren o avión, para viajar. Simplemente, desde casa puedes hacer el viaje, sin moverte. Y es que, si planeas, sueñas o visualizas y sientes un viaje, con mucha probabilidad, tu mente, creerá que estás viajando, y tu cuerpo responderá con todos los sentidos a ese placer.

Y por supuesto, si no te gusta viajar, no viajes! Solo quédate atent@ a lo que vives cada día, y después dime, si hay momentos, en los que el tiempo pasa volando, o las emociones están a flor de piel, o tienes nuevas sensaciones o sonríes más de la cuenta…. porque probablemente, eso se aproxime mucho a lo que yo entiendo por viajar…

¡Conocer lugares en la misma medida que te conoces a ti… eso es viajar!