SER MADRE

Ser Madre, con todo lo que implica esto, hoy en día, es la mejor de las experiencias que vivo, una de las más importantes de mi vida.

Lo hago de la mejor manera que sé y puedo, a veces, cansada, de mal humor, con mis limitaciones, mis dudas, mis incapacidades, mis miedos, mis dolores o mis insatisfacciones interiores…

También, con mi constante búsqueda de saber más y ser más o mejor, con mi luz y mi sombra, con mi alegría, mi sabiduría, mi ignorancia, mi pasión…
Pero sobretodo, con AMOR!!!

A los hijos, no hay que enseñarles nada… solo hay que darles AMOR. Te imaginas un mundo donde todos nuestros hijos, lo único que recibieran de sus padres fuera AMOR?. AMOR con letras mayúsculas, porque yo soy de las que piensan, que no sabemos AMAR… (yo, reconozco que estoy aprendiendo a amar…).

Los momentos de mi vida, en los que he sentido que amo de verdad, tienen mucho que ver con mi hijo. Es cuando sientes ese amor perfecto, sublime, incondicional…
son momentos breves, tipo flechazos, que te tocan el alma y de repente, te sientes perfecta!! Así es, como creo que es el amor verdadero e incondicional.

Cada día aprendo de mi hijo, siento que es mi gran maestro, crezco cada día a través de él. Sin él, no sería la persona que soy ahora, y me encanta ser su madre. Le doy gracias por haberme elegido a mí.

Demasiada técnica, poco amor… eso es lo que ocurre a veces. Preocupados por poner limites, utilizar un lenguaje asertivo, negociar normas o hacer lo «políticamente correcto»… es la mejor forma de poner distancia emocional… Aprende a darle AMOR…

Recuerda… SOLO AMOR!!